SIN SALARIOS DIGNOS NO HAY UNIVERSIDAD PÚBLICA DE CALIDAD

Carta Abierta

LA UNIVERSIDAD PÚBLICA ESTÁ EN PELIGROSIN SALARIOS DIGNOS NO HAY UNIVERSIDAD PÚBLICA DE CALIDAD

CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD:

El plan de lucha de trabajadores y estudiantes universitarios, que incluyó paros, asambleas, clases públicas y una gran movilización nacional el pasado 23 de abril, ha conquistado que el gobierno nacional actualice la parte del presupuesto destinada a gastos de funcionamiento (principalmente, los servicios de luz, gas y agua), y con ello evitar el cierre de los edificios, que era inminente.

Pero esa partida representa sólo un 10% del presupuesto universitario. Por eso el miércoles 31 de julio, el Consejo Superior de la UNS votó en forma unánime la emergencia salarial.

El salario inicial de bolsillo del cargo testigo (20 horas semanales) es de $292.600 en julio. Este salario, que es más bajo que el salario por un cargo docente de cada una de las 24 provincias, no cubre ni siquiera el costo de la canasta alimentaria ($405.700).

Por 40 horas semanales y retención del título profesional, el sueldo es de $585.200, mientras que la canasta básica total que no incluye el alquiler de la vivienda y mide el nivel de la pobreza llegó en julio a $900.600 (y más de un millón de pesos en la ciudad de Bahía Blanca). Según datos del Consejo Interuniversitario Nacional, más de la mitad de la planta docente percibe salarios por debajo del nivel de la pobreza, y el porcentaje va en aumento.

La caída salarial impacta negativamente sobre el SOSUNS y todas las obras sociales universitarias, que se
hallan en crisis producto del enorme desfasaje entre el aumento de los costos de la salud y el de los aportes y contribuciones que las financian.

Todo esto está provocando el éxodo de docentes de las universidades, ya sea por otros trabajos en el país o en el exterior, o simplemente porque no pueden afrontar los gastos de transporte, comunicación, bibliografía, etc para poder trabajar.

La cantidad de becas estudiantiles se ha reducido y su monto permanece congelado en $20.000 mensuales. Las partidas destinadas a insumos de laboratorios, subsidios para investigación y extensión también se han reducido también en forma considerable.

En suma, el gobierno Milei-Pettovello lleva al extremo el vaciamiento de la educación superior para su gradual reemplazo por una oferta mucho más reducida de educación privada arancelada, y dirigida exclusivamente a una minoría pudiente. Por el contrario, defendemos una educación superior inclusiva, gratuita y al servicio de las mayorías populares.

No sólo millones de jóvenes estudian en las universidades públicas. Sin hacer una carrera universitaria completa, actualmente una jubilada o un obrero pueden acceder a cursos, charlas, actividades de extensión y cultura que las universidades brindan en forma gratuita. Con el ajuste actual esa posibilidad se está reduciendo y tiende a desaparecer.

En las universidades públicas se produce gran parte del conocimiento y la investigación científica y tecnológica, imprescindible para el desarrollo nacional.

En un reciente comunicado, el Ministerio de Capital Humano afirma que “los salarios durante la gestión de Alberto Fernández distaban mucho de lo correcto”. Es cierto, distaban de lo correcto porque eran muy bajos. En cambio, se ve que para la “gestión” de Javier Milei eran demasiado altos. Por eso los hizo retroceder entre un 25% y un 50% más, dependiendo de la antigijedad y luego consolidó y profundizó dicha caída hasta el día de hoy.

La defensa de las universidades públicas es inseparable de la defensa del salario y las condiciones de vida de las más de 200.000 familias de las personas que trabajan en ellas. Sin salarios no puede haber educación
superior, ni investigación ni extensión ni transferencia.

Por estas razones continuamos nuestro plan de lucha. El contundente paro nacional de la semana pasada en las 62 universidades nacionales contribuyó a destrabar que la Cámara de Diputados dé media sanción a un proyecto de actualización del presupuesto universitario en todas sus partidas, incluyendo los salarios.
Llamamos a la docencia y a la comunidad universitaria toda a redoblar los esfuerzos en la continuidad de la lucha hasta alcanzar todas nuestras reivindicaciones.

El plan de lucha continúa con paro nacional universitario los días martes 20 y miércoles 21 de agosto, y en unidad con el movimiento estudiantil, docente y no docente preparamos la segunda marcha federal educativa.